El gran éxito del Atelier Fortuny fue la creación de la túnica Delphos en 1909, un vestido emblemático, un hito en la historia de la moda.
Inspirado en el chitón iónico de la Auriga, la escultura griega descubierta en Delfos en 1896, destacó por su forma esencial, que envolvía con delicadeza el cuerpo femenino, y consistía en cuatro o cinco telas de satén de seda o tafetán caracterizadas por un plisado muy fino, que en la actualidad se sigue realizando mediante un proceso manual que permite obtener hasta cuatrocientos cincuenta pliegues en cada tela. El cuello y las mangas se ajustaban mediante cordones de seda adornados con cuentas de cristal de Murano.
Si bien se suele pensar que Mariano Fortuny fue el diseñador del vestido, este reconoció que Henriette, su esposa y musa, era la verdadera creadora de la túnica Delphos con una nota manuscrita auténtica en un lado de la patente..